Los ambientes Montessori están organizados en áreas de aprendizaje: vida práctica, sensorial, lenguaje, matemática y cultura. Cada una propone materiales diseñados para favorecer habilidades específicas, con un propósito directo y otros indirectos.
Si bien estos materiales son exclusivos del ámbito escolar, en el hogar también es posible recrear experiencias que estimulen estas áreas: cocinar juntos, ordenar, leer cuentos, explorar la naturaleza o usar elementos cotidianos como recursos de aprendizaje.
